En este blog intentaré analizar la televisión actual en la que nos vemos o estamos obligados a vernos en la actualidad.
Desde mi punto de vista, formamos parte de un espectáculo de tres partes: personaje de la farándula, famoso, persona popular o como queramos llamarles, las cadenas televisivas; y en último lugar, el que demanda esta información, nosotros mismos.
Que me corrija alguien si en algun momento hemos negado entre familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. haber visto en la televisión, siendo mentira, un programa de esos en los que un personaje popular sin mérito alguno ni oficio ni beneficio. Es innegable el éxito de estos programas dentro de las carteleras de las cadenas televisivas, tanto públicas como privadas, sin excepción alguna. No hay más que fijarse en el share publicado diariamente, espejo en el que se miran cada uno de los directivos de las cadenas televisivas.
Existen muchos debates sobre la calidad televisiva en nuestro país. No hay que olvidar que, a excepción de la televisión pública, que la televisión más vista en este país está dirigida por empresas privadas, las cuales, como cualquier otra empresa, buscan el máximo beneficio, vender aquel producto que se demanda.
Podemos decir que vivimos en un país "cotilla", con gusto por el morbo (¿ quién no ha girado la vista alguna vez en un accidente de tráfico?. ¿Y quién no ha sufrido en algún momento la llamada "caravana de mirones"?).
Hace algunos días ví en la televisión una entrevista en la puerta de un colegio en la que una periodista preguntaba a una serie de niños qué querían ser cuando sean mayores. Una contestó que quería ser modelo, otra ser actriz, la otra periodista....y la última....¡ser famosa!. Al principio me hizo gracia y pensé "a dónde hemos ido a parar".
60000 € por acudir una hora a un plató de televisión a contar uan seri de intimades: con quién sí y con quién no compartes cama por las noches, dónde irás de vacaciones el próximo verano , etc. Un sinfín de vanalidades que nada debería de importarnos. Lo que buscamos la mayoría de nosotros es poder olvidar los problemas que cada uno podemos tener, y estos "bufones" de profesión se esfuerzan en conseguirlo.
¿Por qué culpar a esa niña que quiere ser de profesión famosa?
Concluyendo con mi opinión sobre este tema del que tanto se habla y se seguirá hablando, sólo me queda decir, como dijo Karl Marx con su célebre frase : " la telebasura es el opio del pueblo"
